Ley de Responsabilidad Ambiental – Análisis de Riesgos Ambientales

Expertos en Análisis de Riesgos Ambientales

La Ley de Responsabilidad Ambiental (Ley 26/2007), ya está en vigor, a cualquier industria se le pueden exigir garantías financieras en cualquier momento por lo que es recomendable disponer de ellas.

Toda industria debería realizar su Análisis de Riesgos Medioambientales, independientemente del plazo en que se vean obligadas a establecer las garantías, en función de su actividad.

Este escenario requiere del Análisis de Riesgos Medioambientales de industrias, cálculo y valoración del riesgo ambiental y la gestión del grado de riesgo existente, asumible y de la constitución de garantías financieras para cubrirlo. ATEC+ID utiliza varias herramientas en la realización de los análisis de riesgos, basados en general en la norma UNE 150008:2008, que es genérica, y se debe aplicar cuidadosamente a cada sector utilizando los Mirat, baremos, guías metodológicas y otras.

Esta legislación se ha establecido con cuatro objetivos generales:

  • Lograr un sistema preventivo de riesgos medioambientales mediante el análsisis de riesgos y las medidas derivadas que cada industria adopte y marcando responsables identificados.
  • Asegurar que las empresas se hacen cargo del coste de reparación de los daños medioambientales. Se establece una responsabilidad ilimitada para la restauración, que requiere de una valoración del daño, pero no sólo en términos económicos sino también en términos de valoración natural.
  • Buscar e identificar el agente causante.

Además se ha de tener en cuenta que se determina, de antemano, la responsabilidad objetiva lo que significa que la empresa es responsable por el mero hecho de realizar la actividad que sea. Esto supone asimismo que si ante un accidente, la empresa identifica como el causante a un tercero (por ejemplo un proveedor), la empresa lo tendría que demostrar.

También se derivan responsabilidades para los auditores, en el caso de que se de por aceptable el establecimiento de garantías nulas